Cicatrices
Mi abuelo tenía una cicatriz que se convirtió en la señal de no regresar a Polonia. Mi espalda refleja otra en donde me convertí en héroe al salvar a mi hermanito de una gran ola que también arrasó con mi sirenita de juguete que, por el miedo no pudo nadar. Ulises presumió la suya y así reconquistó a Penélope, su eterno amor. Mi pierna tiene otra que siempre me recuerda sentarme bien en los autos. Seguro, las cicatrices son memoria pero... ¿qué pasa si tu memoria huye?, ¿sí tu cabeza decide dejar de recordar las cicatrices y las historias dejan de cicatrizar?
Las ves y son marcas, pero dejas de saber de qué, tu piel y tu alma las conocen, pero tu mente ya no. Tu memoria pierde la memoria pero las cicatrices quedan aunque sólo los demás sepan por qué están ahí.
3 comentarios:
Prefiero Geeeenoprazol para...
Hay cicatrices sexys.
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